Ya estamos en Asturias. Mañana tenemos la subida pedestre al Angliru y hoy, como calentamiento, subimos al Cueto Negro o, como dicen los astures, Cuitu Nigru / Negro / Nigro / Negru.
| XTREM | CAT 1 | CAT 2 | CAT 3 | CAT 4 |
| Subida al CUETO NEGRO | Brañillín | 6 km | 370 m+ | IR |
Llegamos a mediodía a Brañillín, la estación invernal de Valgrande, en el puerto de Pajares. Tomamos un piscolabis y para arriba por los rampones de la pista recién asfaltada para la Vuelta a España del año pasado.
Hay una barrera al inicio pero no paran de subir y bajar coches. Creía que no iba a haber nadie por aquí y parece una autopista.
Los tres kilómetros de que consta esta subida tienen una media que sobrepasa el 13%, así que la dureza está asegurada.
Enseguida quedan muy abajo las edificaciones de Brañillín. Nos ha quedado una tarde muy buena y el sol se agradece bastante.
No sabemos muy bien por dónde va a tirar la subida así que intentamos adivinar el sentido de cada curva. Una rampa por encima del 20% deja este tema en segundo plano.
Los telesillas están presentes en toda la subida. No en vano, se trata de una estación invernal.
Vamos cogiendo altitud y empieza a verse Asturias hacia el norte. Esperamos que las vistas sean enormes en la cima.
A mitad de recorrido ya no hay ninguna duda de cuál es nuestro destino. La carretera se ve cómo se va dirigiendo a aquel collado.
Solo son tres kilómetros de subida pero son muy exigentes. Solo hay pequeños descansos que pasan rápidamente.
En el tramo final, aparece León a la izquierda. Esta cumbre es límite provincial entre las dos comunidades.
Los metros finales llegan tras un buen descansillo que se agradece mucho porque la rampa final alcanza un 24% y pasa factura.
Alcanzamos la línea de meta del Cueto Negro. Todavía están bien visibles las pintadas del año pasado.
Una vez arriba, sólo queda disfrutar de las vistas, aunque por poco tiempo porque el aire es bastante fresco. Estamos a más de 1.800 metros de altitud.
La visión hacia el norte es magnífica, con toda la sierra del Áramo frente a nosotros. Con un poquito de vista, se llega a divisar bien el mar.
Descendemos a buen ritmo y aprovechamos para comer con la inquietud que nos producen las nubes que llegan. Se estropea el día por lo que parece.
Camino de Viapará, empieza a llover. El Cordal está precioso, con muchísima vegetación. Nos vamos cruzando con multitud de ciclistas que vienen de ver la etapa de La Vuelta. Casualidad, han ido a elegir el mismo día que nosotros para subir al Angliru.
Ha estado bien este aperitivo. Mañana toca el plato fuerte y esperamos que mejore un poco el tiempo.
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